A continuación, reproducimos un editorial que refleja la opinión del Gobierno de Estados Unidos, y que fue publicado originalmente con el título Severe Religious Persecution Continues in Nicaragua
Bajo el régimen de los gobernantes nicaragüenses Daniel Ortega y Rosario Murillo, la persecución religiosa ha seguido en aumento.
La noche del 17 de julio, hombres encapuchados, en el marco de redadas realizadas con motivo del aniversario del 19 de julio de la Revolución Sandinista, irrumpieron en la casa del defensor de la libertad religiosa Mauricio Alonso y lo arrestaron. Murió cruelmente bajo custodia.
En los últimos años, las protestas del 19 de julio también se han convertido en una respuesta a la represión gubernamental y a los llamados a un cambio político bajo el régimen de Ortega y Murillo.
Estados Unidos está “horrorizado por la inhumanidad de la dictadura Murillo-Ortega, tras la entrega del cuerpo sin vida de Mauricio Alonso, defensor nicaragüense de la libertad religiosa, a su familia”, declaró la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado en una publicación en X. “La dictadura detuvo injustamente a Alonso y lo mantuvo incomunicado durante un mes, hasta su muerte”.
Los familiares de Alonso lo buscaron en varias cárceles y hospitales del país sin obtener información sobre su paradero. No fue hasta el 25 de agosto que recibieron una llamada del Instituto de Medicina Legal informándoles de la entrega del cuerpo. Posteriormente, las autoridades del régimen ordenaron a la familia que lo enterraran “inmediatamente”.
Patrullas de la Policía Nacional escoltaron el microbús que transportó el cuerpo de Alonso al cementerio y permanecieron allí hasta durante todo el funeral.
La misma noche del arresto de Alonso, las autoridades irrumpieron en las casas del pastor Rudy Palacios Vargas, sus hermanas Arely Palacios Vargas y Jéssica Palacios Vargas, y sus esposos Pedro José López y Armando José Bermúdez Mojica, respectivamente. Fueron arrestados y detenidos. Olga María Lara Rojas, amiga de la familia, también fue arrestada, según Christian Solidarity Worldwide.
La directora de Incidencia Política de CSW, Anna Lee Stangl, denunció la detención arbitraria del pastor, sus amigos y familiares y dijo que este hecho es la culminación de años de persecución debido a sus críticas frontales a las graves violaciones de derechos humanos que se siguen cometiendo bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Lee Stangl remarcó que Alonso era amigo cercano del pastor Rudy Palacios Vargas.
Por su parte, el gobierno estadounidense, a través del Departamento de Estado, señaló que la tragedia de la muerte de Alonso "ocurrió bajo la supervisión de Murillo-Ortega" y que Estados Unidos no tolerará tal crueldad ni olvidará este crimen.
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